miércoles, 29 de julio de 2009

Cap.10: Pillada

-¿Pero qué te ocurre?- preguntó Saul tras un breve momento de silencio.
-Nada, es solo que me han venido algunas imágenes terribles a la cabeza.-contestó.
-¿Imágenes terribles? ¿De qué te has acordado?
-¡No! No es nada, son solo imaginaciones mías. –no quiso dar más detalles sobre su visión. No quería arriesgarse a que la imagen se dibujara de nuevo en su cabeza.

Cuando salieron del pueblo otras dos grandes rocas como las de la entrada al pueblo se levantaban a ambos lados del camino. La diferencia entre éstas y las anteriores estaba en los grabados que tenían. Mientras que en las de la entrada podía leerse “Endar” en estas lo que estaba escrito era “Suerte en su camino”, pero en la variante norteña de la lengua, por lo que Lunnei no comprendía muy bien el significado de la frase.
-Supongo que tampoco sabrás lo de las variantes geográficas de la lengua, no? – le preguntó Saul antes de que ella dijera nada.
La chica negó con la cabeza algo avergonzada. Se sentía estúpida.
-Bien, es muy sencillo. Dado que en todo el mundo se habla actualmente la misma lengua, como es lógico, debido a la distancia y al paso del tiempo esa lengua ha ido evolucionando de manera algo distinta en cada reino, generándose así 4 variantes geográficas: norteña, sureña, occidental y oriental.- recitaba el pelirrojo como si estuviera leyendo una enciclopedia- Todas tienen raíces similares, por lo que podemos comprender algunas palabras sin mucho esfuerzo, pero a la vez todas tienen diferencias.
-Y si eso que está ahí escrito es norteño y nosotros estamos en el norte, ¿por qué no sé exactamente lo que dice?-preguntó la joven algo confusa.
-Porque nosotros ahora mismo no hablamos norteño, simplemente la lengua común. Es la más utilizada y, en realidad, muy pocas personas utilizan las variantes de su reino. Prácticamente todo el mundo habla la lengua común. Las variantes son más utilizadas para monumentos, ceremonias y cosas así.
-Como hace Dailor con el évilo.-comparó la joven.
Una situación algo incómoda se creó en ese momento. Solo Ciros se atrevió a romper ese amargo silencio.
-Exacto. –fue lo único que dijo.
Tras esa pausa y explicación, los tres jóvenes siguieron su camino sin hacer grandes comentarios.
Acababan de comenzar el camino de ese día, pero Lunnei ya había empezado a deprimirse en sus adentros. Parecía como si nunca hubieran pasado por el pueblo, como si jamás hubieran dejado el bosque. El paisaje era exactamente igual al del día anterior: un pequeño sendero de arena en el medio y miles árboles frondosos a ambos lados de aquel sendero, todo ello adornado con altas hierbas y bastantes insectos y algún que otro mamífero correteando por ahí.
Y al igual que el paisaje no cambió, el desarrollo del día tampoco. Caminaban y caminaban, paraban a comer algo y seguían caminando. La única variación que se dio respecto al día anterior fue que llegaron al siguiente pueblo apenas un par de horas después del almuerzo. La chica se alegró bastante, ya estaba empezando a notar ampollas en sus pies.
- ¿Por qué paras? – le preguntó Ciros extrañado a Lunnei.
-…- ella no sabía qué responder, pensaba que pasarían al pueblo a descansar pero si no era así no quería mostrar su debilidad.
-No me digas que ya te has cansado.-dijo Saul con pesadez.
-¿Eh? No, no… ¡para nada!- mintió – Tan solo estaba observando un poco por encima el lugar.
- Es muy similar a Endar, algo más pequeño pero similar de igual forma.-informó Ciros.
- Está bien. Continuemos entonces.- dijo la chica simulando fuerza, aunque en su interior se vino abajo. No aguantaría mucho más tiempo andando, al menos no sus pies.

En contra de toda predicción, Lunnei consiguió continuar con la marcha hasta bien entrada la noche. Cuando se detuvieron en el borde del sendero el cielo estaba de un azul tan oscuro que casi parecía negro y las estrellas brillaban con tanta fuerza que iluminaban todo el bosque con su blanco resplandor.
-Deduzco que dormiremos aquí hoy, ¿verdad? –preguntó la chica.
-Deduces bien-contestó el pelirrojo con su ya tan familiar sonrisa.
Comieron algo de lo que les había sobrado del almuerzo y después sacaron sus mantas y las colocaron entre las hierbas al lado del sendero, alrededor de un árbol de tronco grueso. Cuando todo estuvo listo se acomodaron cada uno en su improvisada cama y se dispusieron a dormir.
Lunnei empezó a dar vueltas sobre sí misma. Cerraba los ojos pero no lograba conciliar el sueño así que decidió dejarlos abiertos hasta que el cansancio los cerrara por ella.
Todo estaba en silencio. No se escuchaba nada más que el leve sonido del aire moviendo las ramas de los árboles, algún animalillo y las respiraciones sosegadas de sus amigos, o mejor dicho, de su amigo. Lunnei se giró hacia el lado en el que descansaba Saul y lo contempló ahí, acurrucado debajo de las mantas que se elevaban suavemente impulsadas por el movimiento de su pecho. Tenía la expresión sosegada e inspiraba tranquilidad, incluso parecía agradable así dormido.
Sin darse cuenta se había quedado embobada mirando al chico, pero entonces una voz la sacó de su trance.
- Angelical, ¿verdad?
La chica se volvió hacia el lado contrario y observó a Ciros, bocarriba, contemplando las estrellas y con los ojos bien abiertos.
- ¿Qué haces despierto? – le preguntó ella intentando cambiar de tema mientras se cubría parte de la cara con su manta para ocultar el sonrojo.
- La misma pregunta puedo hacerte yo.-contestó el amablemente.
-No podía dormir.
-Cualquiera lo diría. Hace un rato habrías dado lo que fuera por un minuto de descanso, ¿a que sí?
Derrotada, la joven decidió sincerarse.
- ¿Tanto se nota?
- No, la verdad es que disimulas muy bien, pero a mí no me engañas.- Y tras decir eso se giró para mirarla a la cara.
-No quería que pensarais que soy débil o me vierais como una carga.
- No tienes que preocuparte por eso. Lo entenderíamos perfectamente, si nunca has salido del terreno de Dailor es físicamente imposible que estés preparada para andar grandes distancias.
- Ya, pero…Saul no es como tú. Te agradecería que no le contaras nada.
- Bueno, si no quieres no tiene por qué saberlo. Podemos parar más a menudo para que descanses.
- No. Lo notará
- Confía en mí, no sospechará nada. – y le guiñó un ojo por encima del pañuelo que le cubría media cara. – Ahora intenta dormir, créeme, lo necesitas.
-Sí. –asintió ella.
Intentó conciliar el sueño de nuevo, pero una vez más no lo consiguió. Volvió la mirada hacia el joven otra vez.
-Ciros –llamó -¿Estás despierto?
- Por poco –contestó.
-¿Es esto una locura?
-¿El qué?
- Yo, vosotros, Dailor, nuestro viaje, mis padres…todo. Quiero decir, no sabemos en qué lugar se encuentran exactamente esos herreros, ni si quiera sabemos si la leyenda del metal de Heiss es verdad. Estamos a ciegas.
- Bueno, sabemos la zona, ya preguntaremos. La gente habla mucho y los rumores se extienden rápidamente, es difícil ocultarse en este mundo, y más aún si eres capaz de construir espadas mágicas. – y carcajeó a penas sin volumen.
- Y en el caso de que encontrásemos al matrimonio del metal, ¿qué haríamos? Seguramente hayan fabricado armas y joyas para miles de personas, no recordarían a mis padres.
- Venga Lun, tranquilízate. Encontraremos a tu familia cueste lo que cueste. Ahora duérmete de una vez. – alargó la mano y despeinó la mata de pelo negro que era la cabellera de la chica. – Buenas noches.- y se giró.
-Buenas noches Ciros.- y también se giró. – Y gracias.

jueves, 9 de julio de 2009

información, agradecimientos y premios

Bueno pues pongo esta nueva entrada para informar de que he agrupado todos los capítulos de la historia y los he enumerado, para evitar confusiones a los lectores.
Gracias a Val* y a Katty* por las sugerencias para mejorar el blog y por supuesto por los comentarios tan agradables que dejan, así animáis a cualquiera a seguir escribiendo

GRACIAS CHICAS! =)

Y aprobecho a darle las gfracias también a Nuara de http://www.nosolorelatoscortos.blogspot.com/ por el premio que me concedió hace unos días. Yo le doy el premio a todos mis seguidores, que justo son 6 jaja gracias a todos una vez más.



1. Agradecer al blog que te lo otorgó.
Graaaacias Nuara!

2. Decir un autor que te encante.
Obviamente J.K Rowling, aunque no puedo dejar de mencionar a Laura Gallego, 100% producto español =D

3. Tu libro favorito.
Pff! Es tan difícil elegir uno...no puedo, cualquiera de Harry Potter, Memorias de Idhún, la saga de Crepúsuculo, o incluso un libro relativamente nuevo llamado Ciudad de hueso que pertenece a una saga llamada Cazadores de sombras, si os gustan los mismos tipos de libros que a mí, seguramente este os encantará también :)
4. Algo que te entusiasme.
La música, la lectura, la escirtura, mi novio (jiji) y mis amigos!

5. Algo que odies.
Esperar

6. Otorgar el premio a 6 blogs, pero diciendo el porqué (se puede repetir y también vale entregárselo a quien lo otorgó)


Como ya he dicho antes, se lo doy a mis 6 seguidores, por ser tan buenos todos y ayudarme a seguir escribiendo y mejorar!

martes, 7 de julio de 2009

Cap. 9 : Teoría de la magia

-Pues sí que tenía sueño-comentó Saul.
-Hmm…-asintió Ciros.-Hemos caminado mucho.
-Sí, pero lo que me asombra es lo bien que ha disimulado el cansancio, parecía poder aguantar un par de horas más.-se extrañó el pelirrojo.
Ciros cerró los ojos y sonrió. Saul intentó adivinar en qué pensaba su compañero pero no lo consiguió.
-¿En qué piensas?-le preguntó al fin.
-En que deberíamos dormir nosotros también.



Saul arrugó la frente pero no dijo nada y los dos jóvenes se quitaron las ropas más pesadas y se metieron en la cama.
El día siguiente comenzó de un tono violáceo para los tres amigos cuando se despertaron. A juzgar por el aspecto del cielo debía de haber amanecido hacía poco.
A Lunnei le dolía todo el cuerpo, pues había dormido toda la noche en la misma posición en la que había caído la noche anterior, sin apenas moverse y con toda la ropa puesta.


-¿Por qué no me despertasteis?-gruñó a sus compañeros mientras bajaban al piso de abajo.
-Porque estabas muy mona ahí dormidita y calladita.- le contestó Saul haciendo énfasis en la última palabra que había pronunciado, acompañando la frase con una sonrisa y un pellizco en la mejilla de la chica.
Ella se deshizo del pellizco con un manotazo y le dedicó una mirada furiosa, pero en ese instante recordó que le había prometido a Ciros que no volvería a perder el control. El moreno les observaba desde las escaleras que llevaban a la taberna, les dirigió una fugaz mirada por encima de la tela que cubría su cara y después continuó su descenso.
Al ver que la joven no contestaba a su juego, Saul decidió seguir su camino junto a Ciros y Lunnei marchó tras él.


Cuando por fin se encontraban frente a la barra, Saul pidió a Marca, el posadero, que les cocinara una de las perdices que habían guardado del día anterior. Y así lo hizo.
Tras terminar de rebañar los platos del desayuno, los tres se despidieron del hombre de la cicatriz y salieron de nuevo a las calles del pueblo.
Lunnei seguía admirando cada detalle, pero, sin duda, lo que más le fascinó de aquel lugar fue el reloj de sol que se encontraba en la plaza central del pueblo. Era muy grande y estaba decorado con centenares de dibujos trazados meticulosamente por toda la columna que hacía de base del reloj. Eran dibujos de algo parecido a lágrimas o gotas, unos más alargados que otros, más grandes o más finos, pero todos guardaban alguna relación.



-Son las Huellas de la Magia. ¡No me digas que nunca las habías visto!-dijo Saul.
-No te lo digo si no quieres, pero…-contestó Lunnei.
-Pues sí que te tenía bien encerrada ese canalla.-añadió el pelirrojo.
-Bueno, ¿y qué son exactamente?
-Todos los pueblos y ciudades tienen algún monumento en el que pueden observarse las Huellas, ya sea una escultura, un cuadro o un simple reloj de arena.- y señaló hacia atrás con el pulgar, en la dirección en la que se encontraba el reloj. – Simbolizan la magia que fluye por cada grano de arena del suelo de la población, la magia que contienen los corazones de todos los habitantes, la magia que creó aquel pueblo o ciudad y que lo dota con una esencia propia.
-Entonces, según lo que acabas de contar, dentro de todos nosotros hay magia, ¿no es así?
-¡Pero bueno! ¿Qué clase de enseñanza mágica te dio esa sabandija?-gritó Saul bastante alterado, como si no pudiera dar crédito a lo que estaba escuchando.
-Dailor solo me contó que la magia era poder. Decía que cada ataque mágico que lanzaba era como una extensión de mi propio cuerpo y que para usarla debía sacar los sentimientos más fuertes que había en mi interior: el odio y el dolor. Pero en ningún momento me dijo que todos teníamos magia, yo pensaba que solo algunas personas eran capaces de tener ese poder, que era como quien tiene los ojos azules o como quien es alto. Creía que era una característica innata de algunos seres humanos.
-Bueno, pues sí y no. Todo el mundo tiene magia, corre por nuestras venas, como la sangre o como el oxígeno, es solo que muy poca gente es capaz de controlarla y, lo que es más difícil aún, exteriorizarla.
-Y si tan raro es, ¿por qué nadie de vuestro grupo se extrañó al verme usarla?-se preguntó Lunnei.
-Nosotros ya estamos acostumbrados, solo hay que mirar a Ilíade. Además hay otras cuantas personas que trabajan con nosotros y que son capaces de utilizar la magia como tú.
-Amm…Y eso que has dicho sobre controlarla y exteriorizarla, ¿qué significa?
En la cara del chico se dibujó una expresión de impaciencia. Se estaba dando cuenta de que su amiga no sabía a penas nada del mundo. Entonces Ciros decidió continuar con la explicación, tras ver el gesto de su compañero.
-Una cosa es controlar la magia que fluye por tu interior, esto significa que eres capaz de concentrarla sobre ciertas partes de tu cuerpo aumentando las capacidades de éstas, por ejemplo, cuando concentras la magia en una pierna puedes patear con mucha más fuerza que con la que lo harías normalmente, si la concentras en las dos piernas puedes correr a grandes velocidades, etc. Todo depende del uso que quieras darle a tu magia y de lo bien que la controles. – explicó- Por otro lado, exteriorizarla quiere decir que eres capaz de sacar esa magia fuera de ti, como haces tú con tus golpes de “viento”, por ejemplo, o como hace Ilíade con sus campos de fuerza.
-Creo que lo entiendo, pero ¿has dicho golpes de viento? No es viento lo que sale de mí, es algo más complejo, como una fuerza extraña e invisible…es la magia.
-Sí, es la magia, lo sé. Pero normalmente todos los ataques mágicos vienen acompañados por vientos de diferentes intensidades debido al movimiento de las masas de aire producido por la fuerza con la que exteriorizas la magia. Esas corrientes de aire es lo único, a parte del golpe, que nos permite ver que se ha utilizado magia ya que ésta es invisible, intangible, incolora…en definitiva, imperceptible para nosotros, a excepción de, como he dicho antes, si el ataque va dirigido a nosotros. –aclaró Ciros.
-Pero la magia de Dailor puede verse. Cada vez que la utiliza una bruma brota de sus dedos.-informó ella.
-Eso no es magia.-dijo rotundamente el chico.
-¿Ah no?
-No, sí, no…-intervino Saul contradiciéndose a sí mismo.- Más o menos. Es magia pero magia malograda. Tu magia, Lunnei, y la de la mayoría de las personas, es pura, transparente como el agua del lago más claro, fluida y limpia. La magia de Dailor está corrompida por el odio y el ansia de poder, de ahí que esté impregnada de esa sustancia gris y vaporosa similar a la niebla. Es una magia densa y sucia que inunda cada vena de tu antiguo mentor y que poco a poco se está apoderando de él. Seguramente llegará un momento en que le consumirá por completo.


Un nudo apareció en la garganta de la chica. No tenía aprecio por el hombre que la había tenido encerrada y la había engañado durante toda su vida, pero ahora sentía algo de lástima por él. En su mente empezó a dibujarse la imagen de Dailor retorciéndose de dolor y rodeado de esa bruma suya, consumiéndose. Era espeluznante, así que Lunnei decidió deshacerse de ese pensamiento con unos bruscos movimientos de cabeza hacia los lados. Cuando abrió los ojos la imagen había desaparecido, pero las miradas de sus compañeros se habían clavado en ella.